
Leo que "La autoficción es la nueva literatura" Es una palabra que no había escuchado antes así que me pongo a leer sobre este tema. Acabo muy perdida. Me autoconvenzo de que pede ser que me esté autoengañando cuando me dedico a hacer autopsias sobre las frases que otros autores han escrito sobre ¿qué? Me paro un segundo y autoanalizo la cuestión y de paso me autoanalizo a mí.
Salgo del espejo.
Sueño con una pantera. Recuerdo una película de terror que vi hace mucho tiempo. Es una película en blanco y negro, el miedo siempre es mejor a dos colores. En esa película hay una pantera que es la protagonista y, sin embargo, nunca la ves. Ves su sombra, escuchas sus rugidos, escuchas los gritos de su víctima, pero el animal no aparece. También hay una mujer, una mujer buena. A esa mujer sí que puedes verla. Esa mujer buena está maldita y cada noche se transforma en la pantera que tú solo puedes imaginar.
Leo que "nos enfrentamos a un rechazo de la imaginación" Que hay "un deseo general de saber lo real, lo auténtico, lo verdaderamente sucedido.."
Como si ahora el mundo hubiera dejado de ser lo que sabíamos y se transformara en un desconocido, un cristal opaco que ya no refleja lo que soy. Es cierto, puede ser, sin embargo... Si hay una brecha, si el exterior está en perfecto desacuerdo con el interior, si la memoria ya no rescata a los muertos, entonces ¿Por qué los huecos de las manos son los mismos huecos de siempre? O por decirlo de otra manera ¿Por qué las historias siguen siendo las mismas de siempre?
¿Por qué? Porque las historias no nos pertenecen.
Leo que "en el fondo toda escritura es un movimiento entre Dios y la nada, una apuesta"
La inquietud que me produjo la película de La mujer pantera se resume en una cuestión ¿Cómo puede suceder que vivan en un solo cuerpo dos seres opuestos? ¿Acaso es posible que el uno no sea consciente del otro? ¿Es su propia naturaleza enfrentada lo que los fortalece?
La mujer y la pantera.
El escritor y el personaje.
Una apuesta: a ver quién sigue viviendo.
Si no lo conoces no puedes matarlo. Si no forma parte de ti no puedes conocerlo. Todo lo que no somos no es. Luego si lo que cuentas no tiene que ver contigo ¿con quién entonces? Si estás tan lejos del reflejo entonces no eres tú quien está delante del espejo. La distancia marca la diferencia entre tu voz y otra voz. Pero al final es solo una voz, el cuento ya estaba allí. Es por lo que creo que la presencia del "yo" (del autor) en la literatura actual no es algo nuevo o más relevante, sino algo obvio e indivisible, algo de lo que hemos tomado conciencia al empeñarnos en mirar detrás del espejo.
Si yo fuera una mujer pantera mis noches nunca serían aburridas y no dejaría que nadie me hiciera daño jamás, pero esa no es nuestra película. En la película de la que estoy hablando la voz que cuenta la historia decide que al final la mujer muera. Supongo que nadie preguntó a la pantera.
Leo que "la historia habla o se escucha, nunca las dos cosas a la vez"
Puede que de la misma manera, solo se pueda vivir o escribir. Una voz dice "yo soy" y otra voz ya lo está escribiendo. Para cuando dos cuerpos dejen de estar juntos, los huecos que se hayan formado entre ellos ya habrán sido explicados. Cuando ya no nos queda nada más, es cuando la historia cobra sentido.
No nos cansaremos de escucharla, una y otra vez.
Eso es lo que nos salva.
A los que escribimos, y a los que leemos.
A los que vivimos.